En los últimos años, las tecnologías de inteligencia artificial han comenzado a conectarse entre sí, creando un sistema más avanzado y poderoso conocido como el Ecosistema de Inteligencia Artificial Abierto. Este ecosistema tiene la capacidad de conectar todas nuestras tecnologías, ya sea analizando datos, imágenes o resultados experimentales. La interrelación entre la inteligencia artificial, Internet y los datos puede desbloquear un potencial ilimitado para aumentar la productividad, mejorar los estándares de vida y construir una sociedad mejor durante años.
Los ecosistemas de inteligencia artificial permiten a las empresas aprovechar el poder de la inteligencia artificial en diversos ámbitos y aplicaciones, como servicio al cliente, marketing, ventas, operaciones, finanzas y más. También ayudan a las empresas a innovar más rápido, optimizar costos, mejorar la experiencia del cliente y crear nuevas propuestas de valor.
Sin embargo, construir y mantener un ecosistema de inteligencia artificial no es una tarea fácil. Requiere una visión clara, una hoja de ruta estratégica, una cultura colaborativa, una infraestructura sólida y un personal calificado. Las empresas también deben ser conscientes de los desafíos y riesgos asociados con los ecosistemas de inteligencia artificial, como problemas éticos, privacidad de datos, seguridad, gobernanza y regulación.
Así es cómo los ecosistemas de inteligencia artificial están transformando el futuro de los negocios.
El papel de las empresas
Las empresas desempeñan un papel crucial en la formación y aprovechamiento de los ecosistemas de inteligencia artificial. Pueden crear y compartir datos con otras entidades en el ecosistema para facilitar la toma de decisiones basada en datos, la innovación y la colaboración. Por ejemplo, OpenAI, una organización de investigación dedicada a crear inteligencia artificial general (IAG), ha desarrollado GPT-3, uno de los modelos de procesamiento de lenguaje natural (PLN) más avanzados del mundo.
GPT-3 puede generar textos coherentes y relevantes sobre cualquier tema basándose en una indicación dada. OpenAI ha puesto GPT-3 a disposición de otros investigadores y desarrolladores a través de su API de OpenAI, lo que les permite acceder al modelo y crear diversas aplicaciones utilizando el lenguaje natural.
Las empresas también pueden desarrollar y desplegar algoritmos para realizar diversas tareas y funciones de datos. Por ejemplo, Netflix, una de las principales plataformas de transmisión en el mundo, utiliza algoritmos para personalizar las recomendaciones de contenido para cada usuario según sus preferencias, comportamiento y comentarios. Netflix también utiliza algoritmos para optimizar sus estrategias de producción, distribución y marketing de contenido.
Los servicios son los resultados de los ecosistemas de inteligencia artificial, y las empresas pueden proporcionar y consumir servicios habilitados por datos y algoritmos. Por ejemplo, Amazon, una de las mayores plataformas de comercio electrónico en el mundo, ofrece diversos servicios a sus clientes utilizando tecnologías de inteligencia artificial, como el asistente de voz (Alexa), drones de entrega (Prime Air) y dispositivos para el hogar inteligente (Echo).
Las empresas también pueden ayudar a dar forma a la inteligencia artificial construyendo y manteniendo infraestructuras que respalden la recopilación, almacenamiento, procesamiento, análisis y transmisión de datos en el ecosistema. Por ejemplo, Google, una de las principales empresas de tecnología en el mundo, ha construido y mantenido una infraestructura masiva que alimenta su motor de búsqueda, servicio de correo electrónico (Gmail), plataforma de video (YouTube), etc. Google también proporciona servicios de infraestructura a otras entidades en el ecosistema a través de su plataforma en la nube (Google Cloud).
Al desempeñar estos roles, las empresas pueden dar forma y aprovechar los ecosistemas de inteligencia artificial para crear valor tanto para ellas mismas como para sus clientes y la sociedad.
Cambiando el futuro
Una de las formas más comunes en que los ecosistemas de inteligencia artificial ayudan a las empresas hoy en día es mejorando la experiencia del cliente. Un área de interés está en el soporte al cliente, donde los servicios de autoatención impulsados por inteligencia artificial, como chatbots y bases de conocimientos, pueden ofrecer asistencia las 24 horas, los 7 días de la semana. Esto se logra típicamente a través de chatbots y tecnologías similares que facilitan servicios personalizados, relevantes y oportunos.
Especialmente en el sector financiero, que es rico en información, la tecnología de modelos grandes ofrece una gran cantidad de escenarios de aplicación. Puede implementar el control de riesgos y mejorar la eficiencia. Además, en el ámbito de la inversión, los modelos grandes podrían combinar empresas de inversión en valores para crear un “cerebro inteligente”, lo que significa que si hay información clave basada en la industria, a través de tecnologías de aprendizaje profundo y aprendizaje automático, puede analizar datos históricos masivos y condiciones de mercado en tiempo real y prever riesgos con mayor precisión para ayudar a los inversores a tomar decisiones.
Los ecosistemas de inteligencia artificial también pueden respaldar a las empresas para mejorar la eficiencia operativa mediante la automatización, optimización y simplificación de diversos procesos y tareas. La fabricación inteligente utiliza tecnologías emergentes avanzadas como la inteligencia artificial para aumentar la eficiencia de los procesos de fabricación tradicionales. Por ejemplo, Siemens y Microsoft aprovechan el poder colaborativo de la inteligencia artificial generativa (IA) para ayudar a las empresas industriales a impulsar la innovación y la eficiencia en el diseño de productos, ingeniería, fabricación y ciclo de vida operativo.
Otro campo común para el cual la inteligencia artificial muestra capacidades altamente prometedoras es la innovación. Específicamente, los sistemas de inteligencia artificial pueden impulsar la innovación y el crecimiento al permitir nuevos productos, servicios, mercados y modelos de negocio. Por ejemplo, en la industria de la salud digital, la inteligencia artificial ha demostrado un gran potencial innovador. La combinación de inteligencia artificial y cuna inteligente aprovecha sensores multimodales para monitorear con precisión signos vitales como la respiración y la frecuencia cardíaca las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin necesidad de dispositivos vestibles. Simultáneamente, con cámaras inteligentes, puede identificar situaciones anormales como el llanto o la congestión nasal, enviar alertas de riesgo en tiempo real y detectar de manera proactiva problemas de seguridad y salud, aliviando las ansiedades de los nuevos padres.
De manera similar, en otras industrias, como la fabricación de vehículos, el potencial de la inteligencia artificial es igualmente evidente. Tesla, uno de los principales fabricantes de vehículos eléctricos en el mundo, utiliza tecnologías de inteligencia artificial para crear autos autónomos que pueden aprender de su entorno y mejorar con el tiempo. Tesla también utiliza tecnologías de inteligencia artificial para diseñar y producir sus baterías, paneles solares y redes eléctricas.
Finalmente, las empresas están utilizando ecosistemas de inteligencia artificial para resolver problemas sociales y ambientales mediante la provisión de soluciones que pueden beneficiar a la humanidad y al planeta. Las tecnologías inteligentes se pueden utilizar para crear herramientas inteligentes para garantizar la seguridad del agua y los alimentos y transacciones alimentarias más inteligentes. Las soluciones inteligentes también pueden ayudar a optimizar la eficiencia energética y monitorear las emisiones de gases de efecto invernadero.
En resumen
Al adoptar ecosistemas de inteligencia artificial, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva, aumentar la eficiencia y la calidad, y crear valor para sus partes interesadas, clientes y la sociedad en general. Los ecosistemas de inteligencia artificial son una tendencia tecnológica y un imperativo estratégico para las empresas que buscan prosperar en la era digital. A medida que más empresas y organizaciones gubernamentales comienzan a participar en la carrera, y la ley de Moore parece estar en pleno apogeo, podemos esperar con confianza una significativa innovación en la próxima década con el potencial de transformar por completo cada sector de las operaciones comerciales.