Las actualizaciones de software dañadas son un dolor de cabeza para los usuarios cotidianos, pero en los últimos días crearon serios problemas para las autoridades holandesas.
Los funcionarios han revelado que una actualización de software creó una “interrupción” para cientos de monitores de tobillo utilizados para rastrear las liberaciones de libertad bajo fianza y los arrestos domiciliarios, dejando a la policía sin una manera de localizar a sospechosos y delincuentes.
El problema se solucionó horas después de que comenzara el 9 de mayo, pero duró lo suficiente como para que los oficiales tuvieran que registrarse con los portadores e incluso arrestar preventivamente a algunos de ellos para asegurarse de que permanecieran allí.
Esta no es la primera vez que Holanda ha tenido que lidiar con un apagón, aunque no por las mismas razones, esta estaba bajo el control de la policía. Una interrupción de la red celular en agosto de 2018 eliminó las conexiones a 450 monitores de tobillo, lo que obligó a una disputa similar.
Los wearables con frecuencia son útiles para la policía al darles una forma de controlar a los sospechosos y criminales sin tener que encarcelarlos o colocar a los oficiales cerca. Sin embargo, este fallo subraya un problema central: los monitores dependen en gran medida de la conectividad y el software confiables, e incluso una falla temporal podría poner en riesgo la seguridad pública.